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Se observa a menudo que la evolución salarial de un director de Tecnología de la Información no se sostiene obligatoriamente con el paso del tiempo. A veces nos encontramos con casos llamativos de directores de Tecnología de la Información que, acumulando mucha experiencia, no tienen una consideración salarial equivalente en la empresa.

Una de las posibles razones de esa situación es la consideración que tiene la función tecnológica en el seno de la empresa. Si la tarea del director de Tecnología de la Información no es visible para el consejo de administración se termina siempre considerándose como un gasto (incluyendo el salario del director de Tecnología de la Información) y no como una fuente de ventaja competitiva.

Una posible manera de transformar la tarea tecnológica en una fuente de ventaja competitiva 'audible' para la dirección estratégica de la empresa es precisamente la externalización: Vamos a delegar a terceros todas aquellas tareas de tecnología segundarias (y que no preocupa a la dirección general más allá del gasto) y dedicarnos a tareas 'más importantes' que atañen al negocio (selección de la tecnología para un almacén en una empresa logística, evaluación de herramientas de data mining para objetivos de marketing, etc.)

La consecuencia natural de un proceso de externalización es que se redefine la función y responsabilidad de la dirección Tecnología de la Información en el seno de la empresa:
- Basamos el control operativo y de gasto en calidades de servicio medibles y amparadas contractualmente. Se formaliza su reporte de cara a la dirección.
- Reposicionamiento de la dirección Tecnología de la Información  en la toma de decisiones que pasa a ser parte de la estrategia de la compañía siendo el mismo proyecto de externalización él primero que nos sitúa en la consejo de administración.
- Consolidación de los equipos de Tecnología de la Información en torno a una nueva propuesta de valor del departamento.

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