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El mercado del Internet de las Cosas como cadena de valor

La cadena de valor del marcado del Internet de las cosas se podría resumir de la siguiente manera (sin contar con los intermediarios como los distribuidores):

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El proveedor de servicio suele ser el eslabón de más valor añadido en esa cadena. Concibe el servicio para el usuario final.

El proveedor de servicio puede adquirir la conectividad directamente de un operador móvil, de un comercializadora de comunicaciones satelite, de un proveedor de soluciones radio o directamente del fabricante mismo del dispositivo que lo integra todo en una solución única.

En la fabricación del dispositivo intervienen los elementos electrónicos que lo componen. Importante es la unidad central de proceso (módulo) que crea los interfaces con las entradas y salidas del dispositivo y la batería que condiciona el tiempo que puede estar un dispositivo en funcionamiento (pueden ser años).

Segmentación del mercado de Internet de las Cosas

El mercado de Internet de las Cosas es un mercado muy fragmentado con múltiples actores. Lo podemos dividir de la siguiente manera:

  • Automoción y transporte,
  • Suministro (agua, gas. electricidad),
  • Bienes de consumo,
  • Administraciones públicas,
  • Domótica,
  • Telemedicina.

Podemos también dividir el mercado según el tipo de aplicación:

  • Geolocalización: Trasmisión de la posición GPS o celular del activo,
  • Gestión de flotas: Planificación de entregas y de rutas,
  • Telemedida: Medición en remoto de los valores de unos sensores,
  • Seguridad: Detección de presencia, alertas y escuchas pasivas.

El mercado de Internet de las Cosas como creación de valor

Muchos expertos y especialistas indican que el Internet de las Cosas es un sector de actividad en pleno auge con cifras de crecimiento vertiginosas. Muchos actores apuestan por ese mercado, con la esperanza en cierto modo, de que se reproduzcan los niveles de crecimiento experimentados con la telefonía móvil. Sin embargo, el mercado del Internet de las Cosas crece a un buen ritmo pero sin alcanzar niveles de ingresos pronosticados por varias razones:

  • Alta fragmentación del mercado,
  • Tiempo largo de penetración de una aplicación ('go-to-market' de varios meses),
  • Niveles de ingreso muy limitados por objeto,
  • Falta de estandarización en las soluciones tecnológicas adoptadas,
  • Modelos de comercialización embrionarios.

El mercado del Internet de las Cosas tiene 3 características que lo hace diferente al mercado tradicional de la telefonía móvil:

  • La portabilidad entre operadores no es viable económicamente ya que el coste por reemplazar una SIM de un dispositivo es elevado. Tampoco la portabilidad es viable si el servicio que prestan las máquinas no puede interrumpirse (un pulsera para enfermos de Alzheimer no puede estar sin servicio durante la noche de portabilidad por ejemplo).

  • El modelo de negocio de los operadores está mucho más orientado a costes que para la telefonía tradicional al reducirse el margen por línea.

  • Es un negocio transfronterizo, totalmente global. Unos de los retos de ese sector es asentar las bases legales del negocio ya que el marco jurídico tradicional de la telefonía móvil está regulado por organismos locales.
  • La conectividad no la da solamente los operadores de telefonía tradicional sino que nuevos actores aparecen en el mercado como por ejemplo los proveedores de conexiones datélite y las empresas que instalan soluciones radio propietarias como SIGFOX y LoRa

 Si quieres saber más sobre como diseñar un servicio en Internet de las Cosas...