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Hoy en día las empresas recurren cada vez más a conexiones inalámbricas WiFi. Es decir, no existe un cableado real en la oficina sino que los puestos de trabajo se conectan de manera remota a los puntos de acceso WiFi de la oficina.

Una red WiFi local se compone de los siguientes elementos:

  • Un punto de acceso remoto WiFi

    Un usuario se conecta a la red mediante un punto de acceso (AP, 'Access Point') que ofrece cobertura WiFi en la oficina. La instalación de los puntos de acceso requiere un estudio previo de la oficina para instalar los puntos de acceso de tal manera que no haya zonas de sombra.

    En la elección de la tecnología del punto de acceso el factor determinante es la capacidad máxima de cada uno de los puntos de acceso WiFi; es decir cuantos usuarios pueden conectarse simultáneamente.

    En el proyecto de instalación no debemos olvidar que se puede necesitar una grúa para instalar los puntos de acceso. El proyecto debe contemplarlo.

  • Una controladora

    Los puntos de acceso que hayamos instalados en la oficina se conectan a un concentrador en cada planta. Los concentradores están a su vez conectados a la controladora que, en su planta, conectará también los puntos de acceso WiFi que se hayan instalados.

    Los puntos de acceso pueden precisar de una alimentación eléctrica aparte si los concentradores no ofrece un puerto que lo permita.

    La controladora se conectará al router de la red de datos WAN que conecta la oficina con el mundo exterior.