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Los operadores de telefonía ofrecen la posibilidad de fidelizar a los empleados mediante la subvención por parte de la empresa del ADSL que utilizan en casa.

La línea de teléfono queda siempre a nombre del empleado. Ese asume por lo tanto la cuota mensual de la línea y de los gastos no incluidos en la cuota del ADSL.

ADSL

La empresa recibe una factura con todas las cuotas de ADSL que subvenciona la empresa mientras que el empleado recibe la suya con la cuota mensual de la línea y todos los gastos no incluidos en la cuota del ADSL (llamadas a red inteligente, llamadas internacionales, etc.) 

Si la relación del empleado cambiase con la empresa (despido, prejubilación, ...) el titular de la línea sigue siendo la persona física (no la empresa). Lo único que cambiaría es la subvención del ADSL que pasa de nuevo al usuario. El operador de telefonía cambia el modelo de facturación y todo el gasto asociado a la línea pasa al (ex-)empleado.