Los datos son la clave de los nuevos negocios. En Internet de las Cosas se siembran nuestros negocios de dispositivos y sensores que capturan datos. Con ellos procuramos entender lo que ocurre en sus entrañas.

Para tratar estos datos disponemos de plataformas de Internet de las Cosas que nos permiten visualizar estos datos, transformarlos y extraer conclusiones para actuar.

Todo este esfuerzo de inteligencia de negocio determina la labor de las personas que trabajan con estas herramientas. Tradicionalmente los departamentos de IT desempeñan un control operativo sobre los sistemas de información: Configuración de la red corporativa, cuidado de las barreras de seguridad, continuidad de los servidores en la nube, etc.

Con la aparición de los datos y de su valor relativo en los negocios estas mismas personas pasan por interesarse por las reglas de negocio.  Su labor se basaba en tareas de administración y ahora conlleva funciones de actuación sobre el negocio. El departamento de IT adquiere entonces una importancia estratégica para la empresa al situarse en el negocio.

Por otra parte, las plataformas de IoT federan las distintas fuentes de los datos en una única. Se validan también la integridad de las mismas, se depuran y se presentan de forma inteligible para tomar decisiones. Las personas que gestionan estas herramientas pasan entonces a protagonizar la transformación digital de las empresas.