Habitualmente los procesos de compras se llevan a cabo por personas dentro de las organizaciones que tienen marcadas esa responsabilidad. Se delegan en empleados concretos la selección de proveedores, las negociaciones posteriores y la firma de los contratos. Un jefe de compras con su equipo de colaboradores es el ejemplo clásico.
Sin embargo, asistimos a nuevas formas de organización del trabajo en las empresas que afectan también a los procesos de compra. Se deben principalmente a la internacionalización de las empresas en un mercado global y a una relación cada vez más limitada e intermitente de los trabajadores con la empresa.
Una nueva forma de compras que emerge con fuerza es la constitución de mecanismos globales y consensuados de compra tecnológica. Se reúne primero un equipo que suma los conocimientos de distintos colaboradores de varios departamentos o delegaciones de la empresa. Se inicia entonces un proceso global de compra enfocado a la consecución de un objetivo dentro de un proyecto limitado en el tiempo. Al terminar el proceso de compra se disuelve la 'mesa' de compras. Se debe por lo tanto consolidar formalmente el conocimiento adquirido durante el proceso de compra para su posterior utilización ya que las personas implicadas en el proceso se desvinculan del proyecto al terminar el proceso de compra.