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Cloud y Virtualización

En temas de Cloud y de Virtualización una empresa tiene 2 alternativas claras en el mercado: Alquilar los recursos en una plataforma (IaaS) o construirlos por si mismo. Analizemos los líderes para ambas propuestas: Amazon y VMWare.

El Cloud es el petróleo de los Nuevos Negocios

El Cloud es un bien de consumo que se produce a escala industrial y planetaria como valor añadido sobre el precio de la luz. Los proveedores de Cloud utilizan su Data Center (que consumen luz) como plataforma tecnológica para que los usuarios puedan acceder a un servidor virtual con características poco diferenciadas: espacio en disco, capacidad memoria, sistema operativo.

El Cloud es también el factor de producción más importante de los negocios digitales. Se utiliza para construir y prestar un determinado servicio digital desde Internet. Con el Cloud el servicio digital está disponible en cualquier momento, desde cualquier lugar y de manera transparente para el usuario final (no tiene que saber que el servidor está en Guatemala por ejemplo).

En cierta medida podemos decir que el Cloud es a los nuevos negocios lo que fue el petróleo fue a la industria automovilística en los años 20 del siglo pasado. Es la sangre que corre por sus venas.

Exceso de producción y rentabilidad decreciente del Cloud

El Cloud es un recurso prácticamente ilimitado. Es virtual y se puede multiplicar con facilidad. Se consume para abaratar los costes de cualquier negocio digital porque no hace falta invertir en infraestructura física. A continuación, por la disminución de las barreras de entrada en un mercado globalizado, el número de nuevos entrantes de los negocios digitales se multiplica. Empieza a producirse un exceso de producción en el mundo digital; los precios bajan constantemente y finalmente se cuestiona cada vez más la rentabilidad de los nuevos negocios en los mercados financieros. Un buen ejemplo de esto es el mismísimo Amazon, líder en temas de Cloud que baja constantemente sus precios y la proliferación de las redes sociales en sus distintas variantes. Twitter por ejemplo pierde tanto dinero como ingresa.

El Cloud es un catalizador de la inversión

Antes las perspectivas de revalorización de sus acciones los nuevos negocios captan sumas ingentes de dinero que no se emplean en otros sectores de la economía (la agricultura y la industria principalmente). Antes la falta de financiación y de inversión los sectores primarios e industriales empiezan a mostrar signos de debilitamiento a la par que los nuevos negocios asisten a una caída de su rentabilidad.

Reflejos proteccionistas y desconfianza

Los últimos casos de espionaje desenmascarados por Snowden y otros Wikileaks sofocan la confianza de los usuarios en el Cloud. Se instala un clima de desconfianza entre países por un espionaje omnipotente y obsesivo. Se controlan también a los usuarios en sus gustos y colores. La piratería y los ataques hostiles en Internet son planetarios. Finalmente los Estados adoptan medidas proteccionistas para poner a salvo sus servicios de comunicaciones (como el correo electrónico por ejemplo). Se deriva a la vez en un mayor control de Internet que se cierra a las usuarios por causas a priori nobles (la lucha contra el acoso, por ejemplo) y finalmente en la restricción de las libertades. El miedo se instala.

El Gran Crack del Cloud

Un buen día en la bolsa de Shanghái los inversores perciben que los malos resultados de las empresas tecnológicas auguran perdidas y retiran sus apuestas. Un evento detonante son las dudas que genera el sector eléctrico, elemento de base de la economía digital. Se inicia un movimiento brusco a la baja de las acciones que hace aflorar una falta de rentabilidad de todos los sectores de la economía. El mercado se encuentra con un excedente de oferta y ... es el pánico.

Calcado a la Gran Depresión, en definitiva, pero provocada por el Cloud!

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