No hay empresa sin red local LAN, ya que suponemos que una empresa se compone de más de un empleado. Es decir, la red LAN tiene como objetivo la interconexión de los usuarios para compartir información (y no se cumple siempre a pesar de la obviedad).
Para dimensionar correctamente una red local LAN y determinar los elementos de red que la componen tenemos en cuenta:
- Número de puertos de cada una de las plantas de la delegación que ‘cableamos’. Debemos también cuantificar el número de puertos con mayor capacidad de trasmisión (de 1Gb por ejemplo en vez del clásico 10/100Mb) para aplicaciones específicas como servidores.
- La necesidad para que los puertos ofrezcan alimentación o no a los equipos a los que se conectarán. Esta funcionalidad es bastante útil cuando queramos por ejemplo conectar a un puerto un punto de acceso WiFi. En este caso no necesitaremos una toma de alimentación aparte para el punto de acceso Wifi; lo dará el switch mismo que lo conectará.
- Trabajos especiales de instalación: Desenrocado de equipos antiguos instalados, parcheo, latiguillos de longitud especial, …
- Los presuntos problemas ligados a la configuración misma de la red (Protocolo de Spanning Tree, duplicidad en el direccionamiento de la red, las tormentas de ‘broadcast’ por bucles inherentes, etc.
